*

20090811

Un Encuentro

Encontrados en el pasto, simulando no verse, se enfrentan sus espaldas y luego de un tiempo de sentirse, se atreven a tocarse, ahí, al unísono con el espacio y tiempo detenidos, jugando con sus narices, oliéndose en un sinfín de roces simultáneos, sintiendo la porosidad de su piel, en el festín abundante de sensaciones espaciales, confiriéndose pertenencia, alivio, dolor y apacibles golpes, refrescando cada instante su palpar hasta encontrarse sin querer sus dedos, sostenidos ahí, en sus infinitas manos heridas, eternas, casi como una noche sin día, reflejando el océano de sus mutilados dedos; Rupturas interminables del calido deshojo de sus extremidades, se tocan, se necesitan, el ahogo constante de sus miradas se reconocen de ángulo en ángulo, las respiraciones, ambas, en una melodía armoniosa única, que, en espiral se unifica en el fin del sublime suspiro, como en “re menor”, con dolor por perder su piel, desgarrándose así en el baile excéntrico que inició con una simple mirada...
.
Escrito por: Makarena Fritz