Soy aquella que carece de etnicidad, no me avergüenza, carezco de mucho más, de cosas inimaginables, y tan inalcanzables como intangibles, no poseo discernimiento de mucho de lo que ocurre, no tengo fe ni estupidez en mi cabeza, no juzgo ni prejuicio, intento caminar con mis pies y no saltarme al lugar de otra, imagino, suelo hacerlo, aunque antes con más frecuencia, solía posicionarme en mundos paralelos de los cuales solo yo era reina y señora, pero tan desolados que yo era la cúspide en la escala y a menudo azotaba mi cabeza con fuerza en el ultimo eslabón de mi jerarquía, descubrí que mis mundos, todos, eran distintos, se empapaban de escenografitas misceláneas y con el andar, casi sin darme cuenta, pasaba al mundo que se encontraba a su haber, siempre pongo énfasis en caminar… quizá no lo haga a cabalidad, quizá solo escapo, una huida ruin y cobarde disfrazada con la manta de la más dulce de las andanzas, he puesto pedantería en eso, en el escapar, tengo miedo de convertirme en lo que temo, en ser parte del resto y mezclarme hasta ser parte homogénea de la masa, y por qué no hacerlo? No entiendo lo que anda mal, sé tanto y a la vez no, pongo en aplicación todo aquello que conozco, aprieto mis manos cuando veo el tiempo pasar y yo ahí esperando auto salvarme, es una agorafobia inexplicable, actúo, paro y pienso, y me pierdo y muero haciéndolo y más tiempo se me va en eso que en el actuar, y vuelvo al ciclo, al circulo vicioso, es como el sistema solar de mis mundos, todos, otra vez, al unísono forman un solo planeta el cual no sé a ciencia cierta su ubicación, a veces pido coordenadas a la nada y porsupuesto sin respuesta alguna, me siento y vuelvo a pensar en donde estará mi planeta, yo lo cree, tendría que saber exactamente su entidad, y es ahí cuando deduzco que soy humana, y estoy presa del arma más grande de nosotros, “la estupidez”, soy tan mujer como ella, pero no me parezco, pero intuyo que somos igual de entupidas, con él también, él también tiene entremanos aquella arma letal que nos aniquila, a mi y mis planetas, quien pondrá a salvo mis planetas!!?, son inestables y pueden menguar así como constelar, supongo que esperaré ese día, y al acontecer no me sorprenderé, supongo que me entristecerá la idea de no tener mis preciados escondites, de no tener un hogar donde llegar y ser la reina del absurdo y al mismo tiempo la proletaria que yace frente al puesto del patrón nadando en su locura, nadie protege mis planetas por que nadie tiene idea de ellos.
Y si lo tengo tan claro, no me explico como evitarlo, supongo que deberá pasar, pisotearán mis planetas así como los de otros que yo tampoco sé su ubicación, nadie nos salva, algunos fingen fe en la infinita y célibe nada, se entregan a ella, inventan cantos y libros y se revuelcan en su embriagada y fría realidad, pero no los culpo, sólo los compadezco, y quizás ellos a mi, como no hacerlo, si yo misma me compadezco, no entiendo como poseo esta arma, me gustaría librarme de ella, y no puedo, la estupidez me compaña por doquier, en cada uno de mis fatídicos actos y es donde vuelvo a pensar, ese es mi vino, me embriago pensando, quizás ya no debería hacerlo, quizás de una vez por todas debería unirme a todos y ser parte, ganar etnicidad y quedarme con ella, pero soy muy cobarde, aún no me siento capaz de nada, sólo de escribir mi absurda historia.
.
Escrito por: Makarena F.
No hay comentarios:
Publicar un comentario